BEBÉS

Crema de calabaza y manzanas

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Es cierto que muchos padres no tienen tiempo de cocinar para sus pequeños y se van a las papillas o los potitos ya elaborados, pero hoy te traemos una sencilla receta para animarte a que cocines para tu pequeño, ya que de sobra es sabido que, como los platos de mamá, ninguno.

Edad + de 12 años

Tiempo 45 min.

Dificultad Fácil

Edad Caliente

Ingredientes para 4 personas:

1 ó 2 manzanas / Media calabaza / Medio puerro / Aceite de oliva/
¡Recuerda! Siempre que quieras cocinar debe haber un adulto para ayudarte en la cocina.

Preparación:

Antes de comenzar la receta, lávate bien las manos y asegúrate que las tienes libres de anillos.

Comienza lavando todos los ingredientes, la manzana, la calabaza y el puerro. Recuerda que las cantidades dependerán del tamaño de las piezas, así como de la cantidad de raciones que quieras preparar. El tipo de manzana a utilizar, dependerá del gusto de tu bebé, por lo tanto, deberás ir probando.

Pela y quita las pepitas a la manzana y a la calabaza. Corta todos los ingredientes en trozos, no hace falta que sean muy pequeños, ya que posteriormente los trituraremos. No obstante, si queréis hacerle este plato cuando ya coma alimentos enteros, haced los trozos pequeños. Asegúrate de utilizar la manzana rápido, ya que por el contrario se te oxidará.

En una cazuela vierte agua, y cuando veas que empieza a calentarse, añade los ingredientes y déjalos cocer durante 20 ó 30 minutos.

Transcurrido este tiempo, retira la cazuela y deja templar un poco.

Tritura los ingredientes cocidos y añade caldo de cocción para conseguir la textura deseada (que no sea ni muy líquida ni muy espesa) para evitar atragantamientos indeseados de tu bebé.

Una vez triturado todo, añade un chorrito de aceite de oliva, y mézclalo con el conjunto.

Y ya tienes lista tu crema de calabaza y manzanas, sin duda, un plato que sorprenderá a tu bebé, ofreciéndole sabores que no había probado nunca. Recuerda que las cantidades de los ingredientes son orientativas, y que si le añades sal o alguna especie a la receta debe ser de forma moderada, ya que si lo haces en exceso, el bebé se acostumbrará a ello y luego no querrá comer de otra forma.


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