Shin Chan: Los adultos contraatacan

Shin Chan: Shinnosuke Nohara, más conocido por el apodo de Shin Chan, es un niño de 5 años que vive en Kasukabe (Japón) junto a su familia, compuesta por un padre, una madre, una hermana pequeña y un perrito. Va a la escuela, en concreto a la clase de los Girasoles, y siempre se mete en líos. Su mayor problema es que siempre dice lo primero que le pasa por la cabeza, ¡y la gente no está acostumbrada a eso! Cuando veas a Shin Chan, prepárate, porque te vas a reír de lo lindo...

Misae Nohara: Misae Nohara es la madre de Shin Chan. Es ama de casa, tiene 29 años, y pasa la mayor parte del tiempo cuidando de sus hijos... ¡y regañándoles! Le gusta echarse la siesta después de comer, mirar las ofertas del súpermercado y cotillear con las vecinas. Es bastante nerviosa y por eso Shin Chan le saca fácilmente de sus casillas...

Hiroshi Nohara: Hiroshi es el padre de Shin Chan y Himawari. Está casado con Misae. Tiene unos 35 años, trabaja en unas oficinas, gana poco dinero, siempre está estresado y le gusta tomarse una cerveza cuando regresa a casa por la tarde. Normalmente hace enfadar a Misae por cualquier tontería, pero es que aguantar a su jefe y a Shin Chan... ¡no es nada fácil! Muchos días no tiene tiempo ni para afeitarse y por eso luce una barbita peculiar.

Himawari Nohara: Himawari es la hermanita pequeña de Shin Chan. Sólo tiene 6 meses, por eso anda a gatas por toda la casa. Sin quererlo, se convierte en la compañera de aventuras de Shin Chan y mete en problemas a sus padres. Es muy tierna y cariñosa, y se pasa gran parte del día durmiendo. ¡Al fin y al cabo, es un bebé! Por cierto, su nombre significa 'Girasol' en español (el mismo nombre que la clase de Shin Chan).

Nevado: Nevado (en japonés: Shiro) es el perrito blanco de Shin Chan. Tiene dos años. Shin Chan se lo encontró abandonado en una caja y decidió adoptarlo aunque sus padres no estaban muy de acuerdo. Nevado siempre tiene hambre porque Shin Chan se olvida de darle de comer, así que tiene que buscarse la vida por su cuenta. Pero tiene que reconocer que en casa está mucho más calentito y más cómodo que en la calle.